Si a usted le interesa cómo es el régimen de Seguridad Social en Latinoamérica tiene que saber que los sistemas de seguro social han añadido una gran variedad de prestaciones. En algunas ocasiones, la gestión de estos sistemas queda bajo la exclusiva responsabilidad de los gobiernos, y en otras, participan diferentes tipos de instituciones (gremiales, mutuales, privadas con y sin fines de lucro).
Además, se pusieron en evidencia las deficiencias propias del diseño de cada esquema de Seguridad Social que estuvieron lejos de construir respuestas efectivas y sostenibles a los problemas derivados de la necesidad de protección frente a los riesgos de la población. A diferencia de los esquemas implementados en países de mayor grado de desarrollo (como los europeos), en América Latina se combinaron las dificultades derivadas de la maduración de los esquemas y los cambios en el mercado de trabajo, con aquellas propias de la deficiente organización de la Seguridad Social.
Si lo mira desde el aspecto de financiamiento, la necesidad de acercar nuevos flujos de recursos para atender la crisis de los sistemas existentes se acopló con la demanda de fondos adicionales para dar algún tipo de protección a los excluidos de la Seguridad Social. De esta manera, la combinación de financiamiento contributivo y de rentas generales es una señal más en la división, falta de solidaridad y consolidación de subsidios cruzados carentes de una lógica integradora.
Un estudio de CEPAL sobre “Medición del Gasto Contributivo en Países de América Latina y el Caribe” propone una metodología adoptada para cada circunstancia según la diversidad de estos procesos en cada país.
La Seguridad Social en el Cono Sur
Por si no lo sabía, este rasgo es el que ha generado reiteradas controversias acerca del carácter público y solidario de estas prestaciones debido a que, en muchos casos, predomina el “principio de beneficio”, donde cada trabajador tiende a financiar sus propias prestaciones, y la provisión puede estar en manos de instituciones no gubernamentales, incluso cuando exista obligatoriedad en las contribuciones, como es el caso de Argentina. También existen seguros de desempleo, subsidios familiares, de accidentes de trabajo, vivienda y otros. Cada uno de ellos puede adquirir diferentes modalidades de provisión y financiamiento en cada país, y aún dentro de cada uno de ellos.
Si tiene en cuenta lo anterior, es importante contar con una clasificación de los esquemas de Seguridad Social de la región que permita agrupar y definir los conceptos incorporados dentro de la Seguridad Social y separar aquéllos que quedan fuera de la misma. Sin duda, la tarea es compleja, pero permitirá organizar la información de los esquemas bajo ciertos criterios homogéneos, comparar y evaluar de forma integral el desempeño de la Seguridad Social en los países de la región e identificar el universo público considerado en cada caso a los fines de mejorar la comparabilidad de las estadísticas de las finanzas públicas entre países.